- Más de un millar de personas han disfrutado del 12 al 15 de abril de las 17 propuestas del Ciclo Mazagón Jazz, un evento cultural de primer nivel que ha convertido a la localidad costera en la capital andaluza de este universal estilo de música. La enorme calidad y cercanía de los artistas participantes ha sorprendido a un público entregado.
El ciclo, que ha contado con una masiva afluencia de espectadores, se inició el jueves 12 con el concierto didáctico que ofreció al alumnado de la ESO de Mazagón el genial batería Gerhard Illy, que mostró con su extraordinario dominio de la técnica y su divertido talante, todas las posibilidades que ofrece este instrumento, explicando su historia y las claves que originaron la actual batería.
Por la tarde se inauguró en el hall de la mancomunidad la exposición Cien años de Registro Sonoro, que permitió conocer a los artistas y obras más representativos de los principales movimientos y estéticas del género.
El primer concierto de este ciclo que impulsaron un año más el Ayuntamiento y la Fundación de Cultura de Moguer, junto a la Asociación de Vecinos de Mazagón, lo ofreció la artista lituana Viktorija Pilatovic, una de las mejores cantantes y compositoras del panorama actual, que cautivó a los espectadores con una voz llena de encanto y de sensibilidad, acompañada a la guitarra por el gran maestro Joan Soler, en un espectáculo verdaderamente inolvidable que emocionó a los asistentes
El viernes 13 se inauguró en los salones del Hotel Martín Alonso Pinzón la exposición de Manuel Hidalgo Allepuz titulada “Portraits in Jazz”, una colección de retratos de grandes músicos y cantantes con el particular estilo y color de este singular artista gráfico.
A continuación los chavales del instituto disfrutaron en esta ocasión del concierto didáctico que ofreció el saxofonista Francesco Cafiso, uno de los grandes intérpretes del saxo europeo del momento, que junto al teclado de Gabriele Evangelista explicó al joven auditorio el concepto de la improvisación en el jazz.
La tarde acogió la entrañable mesa literaria “Poesía y Jazz: improvisación recitada, versos con swing”, conducida por el poeta, gran crítico y divulgador del Jazz, Javier Domínguez, que incluyó emocionantes lecturas de textos con acompañamiento musical e interesantes reflexiones y anécdotas con las que este verdadero gurú del jazz en España deleitó a los asistentes.
Ya por la noche tuvo lugar el segundo concierto del ciclo, que al igual que el primero hubo de celebrarse en el edificio multifuncional por la lluvia, ya que estaba programado en principio en El Faro. Allí de nuevo Francesco Cafiso, junto al piano de Gabriel Evangelista, y también con el contrabajo de Mauro Schiavone y la batería de Adam Barrington, demostró sobre el escenario porqué está apadrinado por el mismísimo Wynton Marsalis, ofreciendo todo un recital de dominio del saxo, de ritmos y melodías, interpretando tanto temas propios como de grandes autores, que hicieron levantarse de sus asientos a un público sorprendido de la enorme valía de este joven saxofonista y de todos los músicos que lo acompañaban. Esa noche el jazz llegó también al mesón de Marisa donde se desarrolló una espectacular jam session.
El sábado la jornada se inició con una máster class de introducción al piano y otros instrumentos de teclas, y continuó ya por la tarde con el DocuJazz: Chasing Trane realizado de John Scheinfeld y una charla-coloquio sobre la evolución tecnológica en los instrumentos de jazz.
La mejoría del tiempo permitió que el patio del Faro acogiese el tercer concierto del ciclo que ofreció el gallego Ton Risco, uno de los más representativos vibrafonistas de la escena del Jazz nacional. Con el espacio abarrotado una vez más de público, Risco interpretó temas de su último disco y obras maestras del acervo jazzístico internacional, combinando el sonido de este particular instrumento con la calidez del órgano Hammond tocado por Alex Salgeiro, y la increíble batería de Iago Fernández, que volvía un año más a Mazagón. Juntos ofrecieron un espectáculo inolvidable en el hermoso espacio del Faro, una experiencia que sin duda quedó en la retina y el corazón de todos los asistentes. El colofón a esta jornada fue la cena tematizada en el Martín Alonso Pinzón con el homenaje a Ella Fitzgerald a cargo del Celia Mayo Trío.
El VI Ciclo Mazagón Jazz finalizó el domingo con dos nuevos conciertos, previstos en principio en el parque, pero que hubo que trasladar al multifuncional por la lluvia. Allí el público quedó encantado primero con el dominio de la guitarra del francés Rémi Dugué y los integrantes de su grupo de Swing Party, el también guitarrista Álvaro Navarro, el clarinetista Arturo Pueyo y el contrabajo de Arturo Valero. Los temas frescos y llenos de ritmo de esta gran formación despertaron también el aplauso unánime de la sala en otro concierto de primer nivel.
Y como cierre a estas intensas jornadas de jazz, los aficionados pudieron volver a disfrutar del sonido compacto y vibrante del Javier Navas Cuartet, una formación que estuvo ya en Mazagón el año pasado, y que volvió a conquistar al público con su perfecta simbiosis y la armonía que son capaces de conseguir fundiendo los sonidos del vibráfono, el piano de Juan Galiardo, el contrabajo de Bori Albero y la batería de Juanma Nieto.
En resumen, un ciclo verdaderamente espectacular, que con la coordinación de la empresa MOS Productions y el patrocinio de Driscolls y otras firmas comerciales, convirtió a Mazagón en un verdadero paraíso para los amantes del jazz en particular y de la buena música en general, ya que públicos de todas las edades y niveles de conocimiento musical se mostraron encantados con la calidad y variedad de las propuestas.
Fuente e imágenes: Ayuntamiento de Moguer.
