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  • El dispositivo de salvamento de Cruz Roja Huelva estará presente en el Parador de Mazagón y en Nuevo Portil

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    -El operativo se desarrolla en colaboración con los ayuntamientos de Moguer y Cartaya y cuenta con dos puestos de socorro, dos embarcaciones de salvamento, dos ambulancias y dos vehículos de apoyo. Además, en cada puesto se dispone de un desfibrilador (DESA) con personal formado para su utilización
    -Cruz Roja recomienda extremar la precaución y ofrece todas las recomendaciones necesarias para prevenir accidentes

    Cruz Roja Huelva, en colaboración con los ayuntamientos de Moguer y Cartaya, se encarga este año de los dispositivo de prevención y salvamento en las playas de El Parador de Mazagón y el Caño de la Culata en Nuevo Portil, espacios donde hasta el mes de septiembre se mantendrá un operativo integrado por dos puestos de socorro propios, dos embarcaciones de salvamento, dos ambulancias, dos vehículos de apoyo y 13 técnicos, apoyados por numerosos voluntarios y voluntarias, altamente cualificados y preparados para atender cualquier emergencia. Además, en cada puesto se dispone de un desfibrilador (DESA) con personal formado para su utilización.

    En concreto, en la playa de El Parador de Mazagón, Cruz Roja mantendrá diariamente un puesto de socorro, atendido por 8 técnicos en socorrismo acuático y primeros auxilios, que además de apoyo del voluntariado, contarán con una zodiac de salvamento, una ambulancia y un vehículo todoterreno. Además, el equipo se encargará de atender el programa municipal de baño para personas con movilidad reducida, coordinando el uso de los dos vehículos anfibios del Ayuntamiento de Moguer.

    De otro lado, en la playa del Caño de la Culata, en Nuevo Portil, Cruz Roja estará presente también todos los días, con un puesto de socorro propio, coordinado en todo momento con los tres puestos del Ayuntamiento de Cartaya. En este lugar, cinco técnicos se encargarán de las labores de prevención y socorro, con un dispositivo de medios materiales compuesto por también por una zodiac de salvamento, una ambulancia y un vehículo todoterreno. Paralelamente, además del programa de Cruz Roja ‘Un baño sin barreras’, el equipo de Cruz Roja se encargará de atender una silla anfibia de gestión municipal.

    Este equipo humano, formado por socorristas acuáticos, patrones de embarcación, enfermeros y conductores de ambulancia, recibe formación especializada a lo largo de todo el año, para intervenir con la máxima rapidez y eficacia posible y ayudar a personas y embarcaciones que se encuentren en riesgo en el mar.

    Además, el dispositivo está preparado también para asistir incicencias como pequeñas heridas, contusiones por caídas, picaduras, insolaciones, golpes de calor y quemaduras solares. Asimismo, el equipo ayuda en la búsqueda de personas perdidas y en cualquier otra incidencia que se pueda producir en la zona de baño.

    Aparte de los dispositivos preventivos y de socorros, emergencias y salvamento, Cruz Roja Española insiste en la importancia de la prevención con diferentes campañas de sensibilización, para reducir riesgos en las zonas de baño mediante consejos y recomendaciones para evitar incidencias. Estas guías se completan con una aplicación informática, que se puede leer con un código BIDI, en la que se actualizan todos los datos referentes a playas: bandera, estado del agua, etc.

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    Mediante estas campañas se intenta concienciar a la sociedad de que los accidentes en el agua pueden tener repercusiones muy graves, incluso con riesgo para la propia vida. Pero, además de sensibilizar, se da un paso más con recomendaciones para reducir riesgos. Así, en la guía ‘Este verano quiérete mucho’, entre otras muchas informaciones, se indica que los ahogamientos, los ‘cortes de digestión’ y otros accidentes similares pueden evitarse siguiendo unas mínimas normas de seguridad.

    • Bañarse en zonas habilitadas para ello.
    • Evitar entrar bruscamente en el agua, sobre todo después de haber tomado el sol o haber comido.
    • Evitar bañarte mientras estés ‘haciendo la digestión’. Es recomendable esperar un tiempo aproximado de entorno a dos horas.
    • Salir de inmediato del agua si adviertes algún síntoma extraño (escalofríos, tiritona persistente, fatiga, dolor de cabeza o en la zona de la nuca, picores, mareos, vértigos o calambres…).
    • No tirarse de cabeza en lugares de fondo desconocido. Las zambullidas en el agua son causa del 6% de las lesiones medulares en España.
    • Vigilar en todo momento a los niños, especialmente a los más pequeños.
    • Respetar las banderas de señalización en las playas.
    • No intentar nadar en contra de la corriente. En caso de ser arrastrado, nadar paralelamente a la playa y, una vez que se salga de la corriente, nadar hacia la orilla).
    • Evitar bañarse en zonas de riesgo como en ríos de gran caudal, en pozas naturales o bajo cascadas de agua.

     

    ¿Qué hacer en caso de accidente en piscinas y playas?

    Los minutos que siguen al accidente pueden ser vitales para la víctima. Por ello se tiene que actuar con orden y serenidad para que la atención al accidentado sea lo más correcta posible. Cruz Roja cuenta para ello con un esquema de actuación, la conducta P.A.S. (Proteger, Avisar y Socorrer):

    • Proteger el lugar del accidente.
      • Hacer seguro el lugar con el fin de evitar que se produzca un nuevo accidente. Según la situación será necesario, por ejemplo, avisar a los bañistas del peligro existente (corrientes, medusas, etc,), balizar la zona para informar de la existencia de cristales en la arena, o piedras a poca profundidad, etc.
    • Avisar a los servicios de emergencia.
      • Si existe servicio de vigilancia y salvamento en la zona pedir ayuda al puesto de socorro más próximo.
      • Si no existe servicio de vigilancia y salvamento y, según la gravedad de la situación, llamar al teléfono de emergencias 112. Si la situación no reviste gravedad, acude al Centro de Salud más próximo.
    • Socorrer a los heridos.
      • Controlar las funciones vitales de la víctima. Lo primero es valorar los ‘signos vitales’ para saber cómo están funcionando el cerebro (consciencia), los pulmones (respiración) y el corazón (pulso).
      • Evitar movimientos bruscos al accidentado, ante el riesgo de que se haya producido una lesión en la columna vertebral.
      • Asegurarse de que está consciente. Si el herido no reacciona al hablarle, tocarle o estimularle suavemente, con un pellizco por ejemplo, probablemente está inconsciente.
      • Comprobar que respira. Para saber si una persona respira espontáneamente, debes ‘ver, oír y sentir’ su respiración.

    Fuente e imagen: Cruz Roja Huelva.

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