Huelva se despide de uno de sus templos gastronómicos más queridos. Fundado en 1976 por los gallegos José Míguez y José Alonso, Las Meigas ha sido, durante más de 45 años, un referente de la cocina de producto y calidad, marcando el camino para lo que hoy es la restauración de excelencia en la provincia.
La historia de este restaurante comenzó en 1973, con un pequeño bar en el puerto que sirvió de trampolín para dar el salto a la alta cocina. Desde entonces, sus fundadores apostaron por traer a Huelva los mejores manjares de la geografía española, desde angulas y ostras hasta carnes gallegas de primera, y por sacar el máximo partido de un paraíso cinegético y marino como el onubense. Ese empeño marcó desde el primer minuto unos estándares inéditos en la ciudad, convirtiendo al restaurante en pionero de la gastronomía local.
“Si algo me llevo de todos estos años no es solo la cocina, sino las personas. Los clientes que se hicieron amigos, los compañeros que se convirtieron en familia y todos los momentos compartidos alrededor de una mesa”, ha declarado José Míguez, cofundador del restaurante, quien asegura sentirse orgulloso del camino recorrido y confía en la decisión de sus hijos de cerrar esta etapa y comenzar otra nueva.
En 1992, con la mudanza a un nuevo local, llegó la etapa dorada del restaurante. Reconocimientos como la medalla de la Xunta de Galicia, las recomendaciones en la Guía Michelin y, sobre todo, la fidelidad de su clientela, avalaron una trayectoria en la que platos como las cocochas de merluza, el pulpo a feira, el marisco o las chacinas se convirtieron en clásicos de la buena mesa onubense.
Con la jubilación de José Alonso en 2011, la familia Míguez asumió en solitario la gestión, manteniendo el mismo espíritu y valores. En 2017, la segunda generación, con Eduardo en cocina y Sara en sala, tomó definitivamente el relevo, apostando por una reforma integral y un enfoque más contemporáneo, fresco y desenfadado.
“No ha sido sencillo tomar la decisión de dejar atrás el negocio familiar. Las Meigas siempre ha sido parte de mi vida. Pero los ciclos terminan y hay que saber cerrar etapas para crecer. Aunque trabajemos bajo otra marca, mientras yo esté en una cocina, Las Meigas siempre estará presente”, ha indicado Edu Míguez, chef e hijo del fundador.
Para Sara Míguez, responsable de sala, este cierre supone también el fin de un camino personal: “Las Meigas me vio nacer y crecer. Me quedo con el recuerdo de tantas familias que nos han demostrado su cariño y con todos los compañeros que han sido parte de esta historia. Ahora toca empezar una nueva etapa con la misma ilusión por el buen comer y beber”.
Con este cierre, Huelva despide no solo a un restaurante, sino a una institución que ha formado parte de su identidad gastronómica durante más de cuatro décadas. Las Meigas deja tras de sí un legado que permanecerá en la memoria de la ciudad y de todos los que un día se sentaron en sus mesas.