Consideran el megaproyecto una nueva agresión a los valores naturales de la zona costera del municipio de Cartaya
Se pretende actuar sobre 130 hectáreas de suelo rústico y levantar unas 800 viviendas de lujo, varios hoteles y un campo de golf
Según ha comunicado recientemente Ecologistas en Acción, la Junta de Andalucía acaba de dar el visto bueno a este proyecto inmobiliario que se ubica en una zona ya más que saturada de presión a los espacios naturales del entorno. En este sentido se indica que «saltándose las rotundas cautelas y alegaciones presentadas por Ecologistas en Acción y otros colectivos», que pretende actuar sobre 130 hectáreas de suelo rústico y levantar unas 800 viviendas de lujo, varios hoteles, campo de golf y otros equipamientos y dotaciones.
En este marco se destaca de que la reactivación de este proyecto fue aprobado por el Ayuntamiento de Cartaya en 2012 y cuya evaluación ambiental data de 2007, ha obtenido ahora la Autorización Ambiental Unificada de la Junta de Andalucía. Este factor derivaría en que von la vigente legislación de evaluación ambiental la tramitación habría caducado hace mucho, ya que en la actualidad se exige un tiempo máximo (4 o 5 años) entre la evaluación y el inicio de las obras y actuaciones del proyecto y en caso contrario, se declara la caducidad del mismo. «Su reactivación nada tiene que ver con los intereses de la población estable del Rompido y mucho menos con los valores naturales de los espacios protegidos del lugar, sino que responde a meros intereses económicos de sus promotores, el grupo constructor vasco “Loiola”.
Ecologistas en Acción indica que todo el margen oriental de la zona limita con el monte público Campo Común de Abajo, con el que comparte flora y fauna y por tanto, se puede considerar como su natural continuidad que va a a ser interrumpida en buena medida. En las proximidades se ubican dos espacios de la Red Natura 2000 de la UE, el Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) Estuario del Río Piedras y la Zona Especial para Protección de Aves (ZEPA) Marismas del Río Piedras y Flecha del Rompido, que coincide territorialmente con el Paraje Natural del mismo nombre.
Ecologistas en Acción ha catalogado al menos 12 plantas protegidas y en peligro según la normativa autonómica, estatal y europea, presentes en el suelo a urbanizar. Por tanto se argumenta que este espacio debiera ser considerado de inmediato por su alta biodiversidad, una zona a incorporar al conjunto protegido de “Sabinares y enebrales” del litoral onubense. También se contabilizan varios Hábitats de Interés Comunitario (HIC) y, por tanto, protegidos por la Directiva Hábitat de la Unión Europea. «La incorporación de varios pies aislados de enebros a la jardinería de la urbanización para nada se corresponde con esa protección obligatoria de sus hábitats. Es de destacar la ausencia de aplicación del Plan de Recuperación y Conservación de especies de dunas, arenales y acantilados costeros, aprobado por la Junta de Andalucía en 2012 y de obligado cumplimiento y aplicación en este entorno» destacan.
La propia publicidad que se viene haciendo por la empresa promotora: “Junto a una de las playas más salvajes de España. Tendrás el lujo de vivir junto a una de las playas más salvajes y curiosas de España”, es un indicador del valor del patrimonio natural condenado a sufrir esta agresión, porque no cabe duda del impacto que la nueva urbanización, su campo de golf y los usos náuticos y de playa de sus habitantes, va a suponer para estos espacios protegidos, sus poblaciones de avifauna y sus hábitats en un entorno ya más que saturado» expresan.
Ecologistas en Acción considera también que, con varios campos de golf en El Rompido, y los problemas de sequía que se agravarán con el cambio climático, es una aberración seguir proponiendo este tipo de instalaciones. Por otra parte, valoran que el mal funcionamiento de la Edar de El Rompido no invita al optimismo en cuanto a lo que supone incorporar nuevos vertidos a su sistema de depuración de aguas residuales.