Más de la mitad de los conductores se han visto obligados a contemplar el uso del transporte público o caminar en sus trayectos habituales.
La espectacular subida del precio de los carburantes en los últimas semanas está afectando ya de manera muy significativa a la movilidad en coche o en moto, tal y como revela una encuesta realizada entre el 14 y el 16 de marzo por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) a 869 conductores de entre 25 y 74 años,.
La encuesta de OCU revela que el 59% de los conductores encuestados se ha visto obligado a cambiar ya sus hábitos de uso del vehículo, en el sentido de que lo utiliza menos. Ahora contempla otras opciones: por ejemplo, se desplaza más en transporte público o, cuando los trayectos son cortos, caminando.
De hecho, un 30% está valorando cambiar su coche o su moto por otro con un consumo que resulte más económico: con un motor 100% eléctrico, con motor híbrido o, simplemente, de menor tamaño. Una opción que ya han hecho realidad otro 7% de los encuestados, motivados por la subida del precio de la gasolina o el diésel.
La encuesta de OCU refleja el fuerte impacto que la subida de los carburantes tiene en la movilidad de los consumidores. Un 3% ha decidido dejar de tener vehículo propio y un 19% de los conductores se lo está pensando. OCU recuerda que en las grandes ciudades ya existen alternativas para seguir moviéndose en coche sin ser propietario del mismo, como el carsharing, además del alquiler que dependiendo de los casos y las circunstancias personales pueden ser una alternativa más económica que la posesión de un vehículo propio.
OCU recomienda buscar las estaciones de servicio más baratas y calcula que es posible ahorrar hasta un 20% en carburantes . Según la calculadora de OCU, en Madrid, por ejemplo, pueden ahorrarse hasta 20 euros en diésel cada vez que se llena el depósito; y hasta 13 euros en gasolina.
En cualquier caso, la Organización sigue apostando por la movilidad sostenible, tanto a través del fomento del transporte público, como en el desarrollo de políticas públicas que impulsen el uso de la bicicleta o los recorridos a pie.
No obstante, OCU cree que la opción por la movilidad sostenible debe ser voluntaria y no una decisión forzada por los exagerados incrementos del precio del carburante que impiden a los consumidores especialmente a los más vulnerables.
Para remediar esta situación, OCU ha puesto en marcha una campaña en la que pide a los consumidores el apoyo para solicitar al Gobierno la suspensión temporal de todos los impuestos que gravan la energía, incluidos los carburantes, para suavizar el impacto de la subida del precio en la economía de los hogares.