Imagen: Jennifer Robinson
– Tras llegar a un acuerdo con el Gobierno de Estados Unidos
Julian Assange, el conocido fundador del portal Wikileaks, ha quedado en libertad el pasado día 26 de junio tras más de 14 años de pleitos. Assange había sido acusado de desvelar información clasificada del Gobierno y del ejército de Estados Unidos durante la guerra de Irak y Afganistán, revelando más de 400.000 documentos en los que se mostraba abuso de autoridad y mala praxis contra civiles, así como malos tratos a presos de la prisión de Guantánamo.
Tras amenazas de detención por parte del Gobierno de Estados Unidos, Assange se refugió en la Embajada de Ecuador de Reino Unido en 2012 solicitando asilo político. Ya en el año 2019, las autoridades británicas le detuvieron en virtud de una orden de extradición del Departamento de Justicia de Estados Unidos, pasando los últimos 5 años en una prisión de máxima seguridad en Reino Unido.
Ahora, gracias a un acuerdo alcanzado con el gobierno estadounidense, Assange ha aceptado declararse culpable de cargos de espionaje y revelación de secretos y de esa forma evitar la extradición al país americano para ingresar en prisión, dando por reconocidos los años que ha pasado en la cárcel de Reino Unido como parte de los 62 meses exigidos como castigo. Tras su liberación, ha regresado a su Australia natal y da por finalizada su batalla legal.
Barry Pollack, abogado de Julian Assange, declaró tras la sentencia que «El trabajo de Wikileaks continuará y el señor Assange, no tengo ninguna duda, será una fuerza continua a favor de la libertad de expresión y la transparencia en el gobierno. Él es una voz poderosa y una voz que no puede ni debe ser silenciada»
La detención y acusaciones vertidas sobre el periodista Julian Assange tras sus informaciones filtradas provocaron movilizaciones y manifestaciones en diferentes puntos de planeta por parte de la ciudadanía, y de organizaciones como Amnistía Internacional bajo el lema «Free Assange», ya que se ponía en entredicho el derecho a la información y a la libertad de prensa. Assange ha sido considerado por muchas personas como un preso político y un símbolo de la lucha contra la represión gubernamental.
