Atalaya trabaja con principios de sostenibilidad y cuidado del medio ambiente y, entre muchas iniciativas, calcula su Huella de Carbono desde 2019, como medida para evaluar su desempeño en esta materia.
Así, la Compañía ha indicado que en 2023 ha confirmado la menor huella de carbono desde que comenzara su registro, con una reducción del 4% desde el año anterior. Y apunta a que alcanzará el compromiso de emisiones adquirido para 2025, registrado en el Ministerio de Transición Ecológica y en el Sistema Andaluz de Compensación de Emisiones. “Estamos satisfechos con lo conseguido, especialmente teniendo en cuenta que la mayor reducción proviene de las emisiones asociadas al uso de productos necesarios para la producción”, destaca Emilio Sanjuán, responsable de Medio Ambiente.
La empresa mide la cantidad de gases de efecto invernadero (Gei) emitidos según tres grupos: Alcance 1 (emisiones directas de la actividad), Alcance 2 (relacionadas con consumo eléctrico) y Alcance 3 (uso de productos necesarios y transporte). Todo ello según estándares internacionales y auditando los resultados.
Compromiso por la Sostenibilidad
La compañía se adhirió al Pacto Mundial de las Naciones Unidas en 2020, desarrollando su Política de Sostenibilidad en 6 ejes: Transparencia y Buen Gobierno, Personas, Medio Ambiente, Innovación, Seguridad y Salud, y Sociedad. “Queremos compartir la sensibilidad con la que trabaja la minería actual. Cada parámetro, cada factor, se mide y analiza, para ser lo más eficientes y sostenibles que nos permite la tecnología presente”, señala Sanjuán.
La huella de carbono se suma a otras medidas como el cálculo de la huella hídrica, el control en la calidad del aire y las aguas o los planes de biodiversidad y restauración.
