La Subdelegada ha destacado en la visita realizada “la importancia social de este Plan de Ayuda de recepción de alimentos en unos momentos en los que el efecto de la Covid 19, ha hecho que aumente el número de familias vulnerables”
Los alimentos adquiridos son de carácter básico, variados, nutritivos, poco perecederos y de fácil transporte y almacenamiento
El Ministerio distribuirá en la provincia onubense más de 398.131 kilos
Corresponden a la primera de las tres fases del Programa 2020 de Ayuda Alimentaria a las personas más desfavorecidas
El Gobierno de España está distribuyendo 398.131 kilos de alimentos entre 23.121 beneficiarios, 2.313 más que el año pasado en la provincia de Huelva, a través del Programa de Ayuda Alimentaria, un plan financiado con fondos europeos y de la propia Administración Central y que impulsa el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a través del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA).
Estas 398,1 toneladas de alimentos forman parte de la primera fase del Programa de Ayuda Alimentaria 2020, una iniciativa que desarrolla cada año el Gobierno central y que tiene como objetivo contribuir a promover la cohesión social, reforzar la inclusión social y llegar a alcanzar el objetivo de erradicar la pobreza.
Se desarrollará en tres fases, dos de ellas en el año 2020 y la tercera en el primer trimestre de 2021.
Estos 398.131 kilos de productos de primera necesidad suponen una inversión de 302.511 euros que están cofinanciados en un 85% por el Fondo de Ayuda Europea para las Personas más Desfavorecidas (FEAD) y en un 15% por el Gobierno de España a través de los Presupuestos Generales del Estado.
La subdelegada del Gobierno de España en Huelva, Manuela Parralo, en la visita realizada ha resaltado » la labor que están llevando a cabo en estos días el Banco de Alimentos, y Cruz Roja para el correcto desarrollo de este programa, ya que, a través de sus centros de almacenamiento y distribución, reparten los alimentos que reciben del FEGA entre las 106 asociaciones de la provincia que, a su vez, los hacen llegar a las personas que lo necesitan».
Desde la Subdelegación se ha querido destacar que en la situación actual este reparto de alimentos cobra una especial importancia y es fundamental el estricto cumplimiento de las indicaciones de las autoridades sanitarias, en lo que se refiere a las medidas de higiene y limpieza en los almacenes y en la planificación de los repartos del alimento a las personas más desfavorecidas, para evitar situaciones de riesgo.
La Subdelegada ha expresado » la importancia social de este Plan de Ayuda de recepción de alimentos en unos momentos en los que el efecto de la Covid 19, ha hecho que aumente el número de familias vulnerables», por eso, “La tarea que desempeñan los voluntarios del Banco de Alimentos, de Cruz Roja y de estos 106 colectivos sociales merece el reconocimiento y respaldo de todos los onubenses”, ha señalado Parralo, tras valorar el “extraordinario compromiso social” de todas estas organizaciones.
Los alimentos se distribuyen de forma gratuita entre las personas más desfavorecidas, es decir, a los individuos, familias, hogares o grupos que se encuentran en situación de pobreza económica, así como las personas sin hogar y otras en situación de especial vulnerabilidad social. Esta circunstancia se determina mediante informe de los servicios sociales públicos o por trabajadores sociales o profesionales de las organizaciones participantes en el programa y que realicen funciones asimiladas.
En cuanto al tipo de alimentos, éstos son de carácter básico, de larga duración y de fácil transporte y almacenamiento. En concreto, la ‘cesta de alimentos’ la componen un total de 16 productos: arroz, garbanzos cocidos, leche UHT, atún en conserva, pasta alimenticia, tomate frito, crema de verduras deshidratada, galletas, judías verdes en conserva, fruta en conserva en almíbar ligero, cacao soluble, tarritos infantiles de fruta y de pollo, cereales infantiles, leche de continuación en polvo y conserva de sardina en aceite vegetal.
El Programa de Ayuda Alimentaria a las personas más desfavorecidas tuvo su origen a finales de los años ochenta y se inició como consecuencia de las olas de frío que azotaron Europa, afectando profundamente a la población más vulnerable y con menos recursos.
Como consecuencia de la crisis sanitaria se han introducido medidas específicas para hacer frente a esta situación y así flexibilizar la obtención de estas ayudas ya que .esta iniciativa se ha hecho más necesaria, redoblando esfuerzos y medios.