El pasado día ocho, un ciudadano puso en conocimiento de la Guardia Civil que tras disponerse a iniciar la marcha con un vehículo de su empresa, observó a una culebra acceder al motor por una de las la aletas delanteras hacia el interior del capó.
Una patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil, al llegar al lugar, inspeccionó el vehículo localizando al reptil alojado en un hueco entre el motor y la aleta, por lo que tras desmontar los protectores del vehículo, uno de los agentes logro acceder al reptil extrayéndolo al exterior sin provocarle ningún daño.
La culebra era un reptil escamoso de la familia de Lamphophiidae de aproximadamente un metro y medio de longitud, más conocida como culebra bastarda. El agente la trasladó a escasos metros del lugar, devolviéndola a su hábitat natural junto a la orilla del río Piedras.